“…Imagina que el negocio que prospera a tu costa, oscuro
trasunto que emponzoña y envilece lo que nació del pueblo y al pueblo
corresponde tutelar, se ve en la obligación de acatar tus inquietudes y afanes,
respondiendo a cuanto económicamente se mueve para garantizar la transparencia
e inviolabilidad de un ejercicio en el que no caben albañales.”
El aficionado está en la encrucijada y no lo sabe. Así pues,
o sigue asistiendo como impasible espectador a la crónica de una muerte
anunciada, o aparta la niebla y se pone en el camino de un cambio de piel y
señas de identidad.”
Seguir leyendo en La Charpa del Azabache.
Muchísimas gracias, Raúl, por tu consideración y tacto, así como por demostrar que eres persona con quien también se puede contar en el terreno de la acción.
ResponderEliminarFrancisco Callejo