Muchos juristas mantienen que la prohibición de los toros por una Comunidad Autónoma no es Constitucional. Yo estoy de acuerdo. Pero no es momento de hablar de ello. Siempre he mantenido que éste debate empezará al día siguiente de la prohibición.Me quedaba estupefacto, cuando en ocasiones, aparecía ése abogado que se llama Moeckel (!!Ay que ver lo que le gusta a usted un micrófono!!) por los medios taurinos tranquilizando a la gente con su verborrea. Nunca estuve de acuerdo, y lo expusimos aquí. Ése discurso era muy poco práctico. Siempre fuí de la opinión de que la ILP había que pararla antes de tiempo. Vía jurídica, política, social y taurina. De ésto hablamos AQUÍ, y también AQUÍ.
El recurso al Constitucional es de cajón, pero siempre, una vez agotada todas las opciones. El Jueves hablamos.
NOTA: Mañana domingo se preparan reportajes de un par de hojas en Público, El Periódico y El País parece ser. Imaginamos que El Mundo y el ABC también preparan algo. (Ésta vorágine mediática es el mayor mérito de los antis). Yo todavía no me explico el por qué de muchas cosas. Alucino con los taurinos, los medios y algunas gentes.
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La batalla de los medios la tienen ganada los prohibicionistas. La industria del toro atufa a rancio y trabajan lo mínimo para mantener el negocio. No reinvierten un euro de sus beneficios en atraer nuevos clientes/aficionados. Si añadimos a esto una demanda social en retroceso y con una competencia brutal de otras formas de ocio, el pastel se irá reduciendo progresivamente hasta colapsar.
ResponderEliminarLos taurinos no han hecho nada útil desde que se inició el proceso ILP en el Parlamento catalán, y ni en estos últimos días tienen gestos, por inútiles que sean ya. La Fiesta se la suda, salvo para acrecentar la bolsa o el trepamiento. Veremos en estos próximos años de estancamiento que nos esperan, cómo se sostiene esto más allá de las grandes ferias.
Un saludo y enhorabuena por tu constancia y rigor, Raúl. Otro gallo cantaría con más gente como tú.
Juan, muchas gracias. Y un saludo. No queda otra que seguir en la brecha...hasta que el cuerpo agüante.
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