A muchos, ayer en Pamplona, Morante nos recordó a Antonio Ordoñez. Y es que, los grandes toreros siempre acaban pareciéndose. El tiempo acabará poniendolo en su sitio, pero Morante es el resumen de todo un siglo de toreo. Torero de una importancia estremecedora. Dicen que después de Curro y Paula, vino Morante. Yo, sinceramente, creo que Morante es mucho más.Les aconsejo tres lecturas sobre la actuación del torero de La Puebla en Pamplona:
Morante y Ordoñez, de Rubén Amón.
Morante,por encima de la algarabía. De Zabala de la Serna.
Foto: D. Ochoa de Olza (El Mundo).
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Después de lo que hizo en Madrid con aquél toro de Juan Pedro, uno no sabe si tiene sentido seguir yendo a los toros. La puerta grande de los otros dos compañeros, con mis respetos, era mucho más pequeña que la de cuadrillas cuando abandonaba Morante la plaza.
ResponderEliminarY sí, Morante es la superación de Curro y de Paula. No he llegado a ver a ninguno de los dos en vivo, y me importa un comino.
Desperdicios
Grandioso Morante, el toreo y la torería, mezcla sin imitación deliberada de Antonio Bienvenida y Curro Romero -visualmente para mis clisos- con gotas gallistas, vía el Paula, que tanto bien le hizo Rafael a Morante.
ResponderEliminarVerguenza ajena sentí al comprobar por enésima vez las bajezas a las que se somenten otras figuras del toreo por un simple titular en prensa, falso, con la foto de una puerta grande algo más que guarrindonga.
Vayas dos horteras el tal Juli y tal Perera, dos pegapases en estado puro que en otro tiempo no hubieran pasado de banderolos aplicados.
La condesa de Estraza
Ayer hablaba con un amigo sobre qué ocurriría si no estuviera Morante, ¿merece la pena ir a ver cómo asan a un toro a base de muletazos, cuando la misma faena se la has visto al mismo infinidad de veces? A ver, el que no se sepa de memoria ya la faena de Perera que lo diga, ¿qué pensarán esos matadores después de torear con él, cuando estando sólo a medio gas, deja patente que los otros son unos pagapases? Juli, torear es torear y pegar pases, montones de ellos, es otra cosa, vamos que no se está mejor porque se le den muchos muletazos.
ResponderEliminarLa cuestión es si esa forma de estar, de conducirse, de ir a la cara del toro, de salir de ella, de colocarse, de saludar, de tratar los chismes, de moverlos, de cogerlos, de improvisar, de echarse los toros para atrás, etc. va a dejar rastro cuando se vaya, si los profesores de las escuelas le van a explicar a los alumnos que lo más alejado que hay de una peonada es el toreo mismo.
Oselito.
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